Un mosaico sonoro sobre salud mental, territorio e introspección, donde la artista mezcla géneros, teatro y diseño sonoro para retratar una mente fragmentada. Proyecto Financiado por el Fondo de Talentos Creativos 2025 de la Corporación Cultural de La Florida, Convocatoria 2025.
__
Semont presenta su primer disco, “esa vez pensé tantas cosas” (2025), un trabajo que surge desde la vida misma, como una caja de pensamientos, emociones y micro-sensaciones que ella transforma en capas, cortes, murmullos y fragmentos de sonido. El álbum es su carta de presentación tras años transitando entre el teatro, el diseño sonoro y el habitar de una mente atravesada por la depresión, la ansiedad y la introspección. En ese tránsito, la rumia musical —la repetición de ideas, imágenes y sensaciones internas— se convierte en lenguaje y eje conceptual.
“Creo que es un disco sobre la mente, sobre los pensamientos, sobre las reflexiones... no hay ninguna canción de amor en sí”, afirma Semont. “Siento que habla de una mente fragmentada, y eso se nota en la producción musical: hay cortes de cosas, murmullos hablando, capas de voces. Es un reflejo de mi mente, la forma en la que están escritas y producidas las canciones”.
Lee también >> Manú apunta a las fases del desamor en su epé "No me duelas más"
El proyecto no nació como disco. “La primera canción es del 2019 y es la que le da título. Es la primera canción que escribí con letra en la vida… en ese momento no pensaba que iba a estar ahora en mi presente”, recapitula. Recién en 2021 decidió tomar la música con más intención: “Me lo tomé más en serio, con cero pretensión de algo. Solo hacer música”.
La comuna de La Florida se vuelve un eje identitario tanto en lo musical como en lo emocional. Vivir en periferia moldeó el sonido, la estética y la sensibilidad del proyecto. “Es una comuna donde puedo ver cosas que no veo en otras, cosas que me atraviesan e influyen en lo creativo. Retrato mucho los paraderos de micro y el universo del transporte público. Es el lugar donde más pienso durante los trayectos, donde más escucho música y compongo. Para mí es súper importante este territorio”.
A lo largo del disco, Semont transforma experiencias de salud mental en decisiones estéticas y sonoras que buscan representar la complejidad de la mente y sus ritmos irregulares. El uso de capas vocales, fragmentos, cortes abruptos y ambientes cargados de texturas reflejan ese tránsito interno que la artista aborda desde la honestidad y la introspección.
El disco transita por diversas sonoridades que responden a la amplitud de gustos de la artista: “Escucho hip-hop e indie, voy de un rock a Víctor Jara, reggaetón clásico. Escucho mucha música diversa”. También destaca influencias como Mac Miller, Julia Jacklin, Lauryn Hill, Niña Tormenta, Chini and The Technicians, Akriila y Rakim & Ken-Y.
Lee también >> Valentina Marinkovic navega entre R&B y Pop en el epé "Tambalea"
El proceso también estuvo marcado por el trabajo colaborativo de Lucas Zárate—amigo, productor, mezclador y masterizador del álbum— junto a Luciano Correa y Mariana Cifuentes, equipo clave en la construcción del proyecto. Para Semont, fue un aprendizaje profundo: entender que pedir ayuda también es parte de crear.
“Siento que el fruto de este disco es que soy una persona que roba inspiración de muchos lados, y están presentes a través de muchas capas en las canciones”, añade. Así, la rumia musical toma forma y se vuelve poética: un modo de organizar pensamientos que no se ordenan, pero sí encuentran su sonido.
Para más música chilena síguenos en Instagram, Threads, Facebook y Twitter como @discoslibrescl o visítanos en www.discoslibres.cl.
texto e imágenes (sin acreditar) vía comunicado prensa
Comentarios
Publicar un comentario